Javier González Fraga y Mario Blejer expusieron ante las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Finanzas. Massa respaldó la iniciativaoficialista
El Congreso de la Nación empezó a debatir formalmente el viernes el proyecto del oficialismo para normalizar la relación con los acreedores que no ingresaron al canje de deuda y tienen sentencias favorables en la Justicia de los Estados Unidos.
“¿Si no tenemos acceso al crédito mundial, cómo hacemos para no perder competitividad? Nos excluimos del mundo en las mejores circunstancias”, sentenció el hombre cercano a Daniel Scioli.
Blejer remarcó a los diputados que “el desendeudamiento no es una virtud y el endeudamiento no es un pecado” sino que “todo depende de qué se hace con los recursos”. Y sentenció: “Si uno no sabe cómo utilizar la tarjeta de crédito ese es otro problema. No hay inversión sin crédito y así ha sido siempre en la historia”.
Sin embargo, admitió que si bien el acuerdo “es bueno para la Argentina, la normalización” crea “un mal antecedente” porque “se convalida una resolución judicial con poco sentido financiero”. Pero aclaró: “No tenemos alternativa y en cierta forma hay algunos cambios en el sistema financiero que podrían reducir el tema de los holdouts“.
Por su parte, González Fraga también se pronunció “totalmente a favor de terminar con este tema lo antes posible” y resaltó que “alcanzaría solamente por reconocer que vamos asustituir una deuda que está costando el 11% por otra que cuesta la mitad”.
Apuntó, a su vez, que “es muy importante la sustitución de acreedores que vamos a hacer” y subrayó que cerrando un acuerdo “nos vamos a sacar de encima a unos acreedores chantajistas, inescrupulosos, demasiados codiciosos”.
Ante una pregunta de Marcos Lavagna (Frente Renovador), González Fraga recordó haber escuchado al padre del diputado, Roberto Lavagna, primer ministro de Economía del gobierno kirchnerista, que “él hubiera levantado rápidamente la Ley Cerrojo” pero no se hizo por “la patoteada del presidente de entonces”.
González Fraga admitió que la tasa del 7,5% de interés que se negocia con los holdouts es “una tasa elevada”, pero priorizó la necesidad de cerrar un acuerdo para crear las condiciones para que vengan al país inversiones “en telefonía, electricidad, hidrocarburos tal vez antes de fin de año”.